ARTÍCULO

La relación químico-médico. Una ventana al diagnóstico correcto y oportuno de enfermedades

Nayro Isaac Domínguez Gavia, Flor Isela Torres Rojo, Luis Fernando Bastardo Murillo

LA RELACIÓN QUIMICO- MEDICO.

Una ventana al diagnóstico y correcto oportuno de enfermedades.

El diagnóstico oportuno de enfermedades depende en gran medida de la relación que existe entre el químico y el médico para lograr en conjunto una eficiente decisión para un tratamiento adecuado y efectivo. Es importante acrecentar la ética profesional de ambas partes para lograr transmitir confianza mutua de tal forma que se pueda interactuar, mas no interferir por un bien común: Llamado “paciente”. Esto se logra por medio de procedimientos químicos de laboratorio y tratamientos médicos con bases científicas que los respalden. La ciencia que se encarga de estudiar la vida, la salud, las enfermedades, y la muerte del ser humano, es la Medicina. Teniendo como misión el mantenimiento y la recuperación de la salud, a través del diagnóstico y tratamiento de las enfermedades. La Química por su parte se encarga del estudio de todas las sustancias químicas existentes, y las que se han de formar, además de las reacciones entre ellas y en el cuerpo humano. La relación fundamental entre ambas se constata en el hecho de que todos los seres vivos tienen constitución química, la naturaleza entera es toda.

Considerando que la relación entre la Química Clínica y la Medicina es muy estrecha, y teniendo presente que la primera es una ciencia que ha permitido muchos avances en la Medicina, se hace necesario que el médico tenga conocimientos básicos de esta ciencia exacta y de sus aplicaciones en su carrera profesional. En el área de la Medicina, el mejoramiento en la detección, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades ha sido posible gracias a los avances en los estudios químicos. Muchos procesos vitales, como la respiración, la regulación de la temperatura corporal, la acción de las enzimas; han sido estudiados desde el punto de vista químico, arrojando el conocimiento que hoy se tiene de esos aspectos. Los extraordinarios avances científicos obtenidos a lo largo de la historia, han logrado facilitar el diagnóstico oportuno de enfermedades que aquejan a los seres humanos, así como su correcto diagnóstico para dar un seguimiento oportuno al paciente.

Es importante mencionar que deben mejorarse las relaciones interpersonales ya que el adecuado trato es indispensables, tanto para la ciencia como para la humanidad en general y esta polémica se desata ya que muchas de la ocasiones la relación entre personal de la salud no es la mejor de todas, ya sea por sentirse unos más que otros o simplemente por querer ser mejores; esto nos ha llevado a un serio problema ya que la falta de comunicación entorpece y vuelve más Iento el sistema de salud, y en casos en donde la vida suele ser cecial para el paciente. En el actuar diario existe una relación constante entre el Químico y el Médico, el objetivo es lograr un correcto diagnóstico de la patología que aqueja al paciente, pero eso no lo es todo, ya que no solo se trata de llegar al diagnóstico correcto para concluir con el tratamiento adecuado sino también lograrlo en el tiempo apropiado.

Es de suma importancia el trato al paciente de una foma rápida, eficaz y sin pérdida de tiempo, pero ¿Cómo puede interferir el tiempo con un diagnóstico? y aún más importante ¿Cómo puede interferir el tiempo con el tratamiento? Muy sencillo, la razón es, el paciente acude a su Médico y el Médico a su vez acude al Químico para confirmar o descartar su diagnóstico. El Químico trata con las muestras del paciente y este puede darse cuenta si existe alguna alteración en la misma, e incluso tener sospecha de diagnóstico del mismo paciente. Si existiera una adecuada comunicación, ambos podrían constatar el probable diagnóstico, por Io tanto el médico inmediatamente podría aplicar el tratamiento adecuado para el paciente y con esta sencilla fase: Relación Químico - Médico se pudo ahorrar tiempo valioso tanto para los profesionales de la salud y más importante aún para el paciente.

Sin embargo, en muchas ocasiones existen intereses muy particulares de ambas partes, es decir, una cosa es interactuar y otra muy distinta es interferir, quizás ahí radica la respuesta a esa interrogante de por qué la relación en muchas de las ocasiones no es la mejor y aunque parezca que no afecta, la realidad es otra. Es aquí donde debe priorizar la falta de comunicación profesional de las partes involucradas, ya que tanto Químicos como Médicos tienen un fin común como lo dijo el Químico Seoane P., Carlos (2004), que expresa en su Discurso de recepción a la Real Academia Nacional de Medicina de España, “química y medicina comparten objetivo”. En el mundo científico se observa como una ciencia puede estar al servicio de otra. En realidad si el Químico y el Médico trabajan por el bien común del paciente en un ambiente de convivencia y profesionalismo en un futuro se podrán evitar muchas de las llamadas negligencias de la salud y con ello no solo la vida del paciente, sino que la calidad de salud aumentara, puesto que entre más rápido se otorgue un diagnóstico adecuado, de esa misma manera será el tratamiento certero y a su vez tendrá un mayor nivel de eficacia, ya que como todos sabemos cualquier patología que se detecta a tiempo, se combate de una manera más rápida y eficaz para combatirla.

Como ejemplo abordaremos un caso del departamento de hematología, en la cual como muchas otras ramas de la medicina interactúan Químicos y Médicos. Si un paciente llega con signos y síntomas como: fiebre, cansancio, dolor de cabeza, palidez, etc. y el Médico le indica realizarse estudios de rutina al laboratorio clínico, y el Químico por su parte, se percata que el paciente muestra una anemia de curso agudo debido a que hay una superproducción de hematíes inmaduros, y en su reporte hacia el médico solo indica que el paciente presenta una anemia sin especificar características, el Médico normalmente pudiera suministrar hierro al asumir que es una anemia ferropénica, una de las más comunes; el paciente por su lado no mejora por el contrario empeora. El médico de nuevo solicita realizar estudios y hasta ese momento se dan cuenta que ya no hay mucho por hacer Si el Químico en su reporte especifica el tipo anemia con las características morfológicas que él pudo haber observado en los hematíes (hipocrómicos y microcíticos, etc.), y anexa sugerencias de cinética de hierro que ayudara al diagnóstico, o bien el Médico solicita al Químico las particulares observadas, se hubiera dado cuenta que la anemia no es por deficiencia de hierro sino por alguna enfermedad crónica, intoxicación por plomo, talasemia, anemia sideroblástica, etc., donde estas patologías en conjunto dan características similares, pero el tratamiento es totalmente distinto. Este sería un claro ejemplo en donde la falta de comunicación y relación entre ambos se entorpeció, perdiendo tiempo, dinero y bienestar en general, evitando el adecuado tratamiento y disminuir las posibilidades de vida del paciente.

Medicina y Química nacieron juntas. Necesitamos los unos de los otros: para conocer los procesos y para saber cuál ha de ser nuestra aportación en cada caso individual. Hay que entender que, en este ámbito, todos trabajamos por un bien común: “La salud”.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

1.Carlos Seoane Prado, Francisco González de Posada. (2004). La Química, aliada de la Medicina. Madrid: instituto de España real academia nacional de medicina.

2.Pere Deya Serra. (2015). “Químicos y médicos tenemos que estar en un permanente diálogo para que la Ciencia avance”. Salud ediciones, sección: entrevistas